Emprendimiento femenino
Publicado: 22 Agosto, 2023
Las mujeres emprendedoras enfrentan diversas barreras, impulsar su participación y la permanencia de sus negocios no es un tema de género, sino económico, destacó Josette Dijkhuizen, emprendedora y consultora en emprendimiento femenino, pues el emprendimiento femenino impulsa la innovación, la creación de empleo y mejorar la competitividad del país.
El emprendimiento de las mujeres es un tema económico, no un tema de equidad de género. A medida que más mujeres se involucren como empresarias para aprovechar sus capacidades, surgirán nuevos empleos y prosperidad económica”, comentó Dijkhuizen.
Durante su participación en un evento realizado por el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) del IPADE y la Embajada de Países Bajos en México destacó que el éxito de quienes emprenden no está ligado al crecimiento de la empresa sino a la contribución a la sociedad; sin embargo, las mujeres emprendedoras suelen tener negocios más pequeños o con menor rentabilidad. Además, reportan menos oportunidades de negocio que los hombres y experimentan un mayor temor al fracaso, así como mayor inclinación a la autocrítica.
“Un negocio exitoso comienza con el espíritu emprendedor. Para mí, el éxito no está determinado por el tamaño de la empresa, sino por la contribución y el impacto que entrega a la sociedad y en la realización de sus ambiciones”, enfatizó.
El emprendimiento crea valor social
Dijkhuizen destacó que el emprendimiento es un motor de crecimiento económico, pero ante un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo, (VUCA por sus siglas en inglés) es más difícil emprender; sin embargo, se abre la posibilidad de construir y crear valor social, pues existe un valor del emprendimiento que va más allá del crecimiento económico y crear puestos de trabajo, y es el de generar nuevas redes de valor social y propuestas de valor para la sociedad que además permitan generar bienestar personal y autonomía.
Históricamente, el empresariado ha sido impulsor clave de la recuperación económica. Todavía hay potencial sin explotar, por ejemplo, específicamente en las mujeres, personas con discapacidad y todos aquellos emprendedores que abordan los desafíos globales”, señaló la especialista.
Desempleo impulsa a emprender
La especialista destacó que las altas tasas de desempleo, los bajos salarios y el techo de cristal que enfrentan las mujeres son factores que las llevan a emprender, y al iniciar el negocio se enfrentan a retos como las políticas económicas, laborales o legales e incluso rasgos culturales, normas y estereotipos sociales.
Dijkhuizen precisó que para enfrentar los retos que conlleva el emprender se requiere una buena salud emocional, para tener la capacidad de afrontar y gestionar las emociones, pensar con claridad, hacer frente al estrés y tomar buenas decisiones, así como la capacidad de establecer relaciones positivas.